Parte 5

Era viernes, ya eran casi las 4 de la tarde, por fin, Vanesa, regresó a su casa, se calzó las pantuflas, prendió la radio, y se recostó unos minutos, en cualquier momento su madre le pediría que le ayude con las cosas de la casa, y a las 7 vendría Ignacio a cenar.

La madre de Vanesa, como siempre, la dejó dormir, a las 6 de la tarde la despertó así se preparaba, y acomodaba un poco su cuarto.

Estaba ordenando unos papeles, cuando se le cae uno en especial, lo reconoció al instante, era una carta, que le había hecho Sofía, su mejor amiga del colegio, fue de la primera mujer que se enamoró; dejó todos los papeleríos sobre su cama para recoger la carta, se sentó en el piso, apoyó su espalda contra la cama y se puso a leer para recordarla, sus lágrimas rodaban por la mejilla.

A Sofía con tan solo 13 año de edad, le descubrieron un tumor en su cabeza, ya estaba muy avanzado, pudo vivir un año más, Vanesa no se separaba de ella ni un minuto, hasta el día en que Sofía la abandonó.

“No quiero que me veas morir, hace de cuenta que me fui de viaje, por un muy largo tiempo, y quédate tranquila que algún día nos vamos a volver a ver.”

Vanesa leía una y otra ves. todavía tenía la sensación de ese último abrazo, y desde ese día nunca más la volvió a ver.

-Gorda… puedo pasar?

Una voz masculina desde el otro lado de la puerta de su habitación.

-Hola mi amor!, que haces acá? si mi papá se entera que entraste a mi cuarto te descuartiza vivo.

-Hooo amor… falta para que venga tu papá… No me vas a dar ni un beso siquiera?

Vanesa se secó las lagrimas y abrió la puerta que ya se encontraba entre abierta, abrazó rápidamente a Ignacio para que no le viera los ojos llorosos, pero no pudo ocultarse.

-Que pasa Vanesa? estuviste llorando? que pasó?

-Nada, sólo recordaba a Sofía, y en lo mucho que la extraño.

Ignacio secó sus lagrimas y la abrazó muy fuerte.

-Tu mamá te llama, dice que le ayudes con la mesa.

Ya estaba todo preparado, cuando llegara el padre de Vanesa cenarían todos juntos.

PUM!!!!

Se escucha el golpe de la puerta.

-Ignacio vas a tener que irte- decía la madre de Vanesa mientras lo empujaba hacia la puerta trasera.

Ignacio no entendía nada, miraba a Vanesa que parecía aterrada.

-Vanesa estas bien?

-Si ella está bien. Debes irte.

-No! yo me quedo.

Se acercó a Vanesa que estaba sentada en una silla, temblaba y hasta las lágrimas le caían, le tomó sus manos.

-Que te pasa?

-Nada amor. Tenes que irte.- se levantó de la silla mientras lo empujaba apresuradamente hacia la puerta de salida.

Unos minutos después de que lograran sacar a Ignacio del lugar, entra el padre de Vanesa, en el peor estado alcohólico que jamás hubiese traído.

-QUE PASA ACÁ!?- dijo gritando, con dificultad y de muy mal humor.

-Nada papá, íbamos a cenar, pero vos tenes que ir a acostarte para ir a trabajar mañana- se acercó a su padre, le tomó el brazo para ayudarlo a marchar.

-NO ME TOQUES, PEDEJA MAL PARIDA!

Le agarró de los pelos y comenzó a azotarla con el cinturón, la madre pedía por favor que no le pegara más, Vanesa gritaba del dolor.

Ignacio había quedado del otro lado de la puerta para ver por que razón lo habían echado con tanta rapidez, al escuchar los gritos desesperados de Vanesa tumbó la puerta que tenía puesta solo la traba de seguridad, vio la escena, y salió corriendo a ayudar a Vanesa. Ignacio empujó tan fuerte al padre de Vanesa, que éste tropezó y golpeó su cabeza contra el escalón. La madre de Vanesa salió corriendo por que se encontraba inconsciente, Ignacio ni miró la escena sólo se dedico a abrazar a Vanesa que lloraba desesperada.

-Está muerto – dijo con dificultad la madre de Vanesa.


CONTINUARÁ...



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