Parte 10

30 de julio de 2010 5:38 Publicado por Tania 1 comentarios

(Dedicado a Pame, una personita de oro, una amiga de fierro! gracias por alentarme tanto a escribir esta historia!! )


Jorgelina luego de un rato porfín se anima a levantar su brazo derecho, mientras Vanesa la mira de reojo y pone su mayor tímida sonrisa, Jorgelina envuelve a Vanesa y la trae contra ella.

Vanesa estaba muy incomoda, dura de tensión, roja de vergüenza, pero sin embargo dejo que los brazos cálidos de Jorgelina la envolvieran, acomodándose sobre su pecho.

Vanesa seguía sin concentrarse en la película, Jorgelina parecía muy concentrada, y muy cómoda comiendo palomitas de maíz.

-Noooo, al final él fue el culpable de su muerte!- acotó Jorgelina casi terminando la película.

Se digna a observar a Vanesa, ya que no respondía, se había dormido. Sonrió, se acomodó lo más que pudo aun teniendo a Vanesa en su pecho, la tapó con la colcha, se tapó, la miró un largo instante, en el momento que sigilosamente agarró el control remoto para apagar el televisor, Vanesa en su sueño profundo, muy inconscientemente la abraza, Jorgelina muerta de amor sonríe y apaga la tv.

Ya era costumbre para Vanesa madrugar, por lo que despertó, y se encontró durmiendo sola, escuchó ruido en el pasillo, y se asustó.

-Mamá?- pregunto desde donde estaba

Una risa picarona se escucho. Jorgelina se asoma por la puerta del living, llevaba su abrigo en la mano.

-Buen día- dijo Vanesa.

Jorgelina no podía ocultar su cara de embobada, al ver a Vanesa con sus ojos hinchados a medio abrir, su media cola del cabello desajustada y todos los pelos despatarrados, sonrió muy dulcemente.

-Hola hermosa! ya me iba, mamá se debe haber preocupado por que no volví.

Vanesa asintió con la cabeza.

-Que haces por la tarde?- preguntó Jorgelina

-Mmm… dejame ver… estudiar… sí, es lo único que tengo para hacer.

-Bueno a las 19 paso a buscarte

-He?

-Si si, estate lista, lleva abrigo que vamos en moto- le guiñó un ojo a Vanesa, quien no entendía nada y salió de la casa.

Vanesa quedó pensando que es lo que tramaría, revoleó los ojos y se dejó caer de espaldas en el sillón, seguido de un gran suspiro.

“Como es posible que me guste tanto!?. Siento que ya la quiero tanto. Mmm… sí, me gustan las mujeres, y si… no queda otra… esto es raro… ( )… no no no… hay! es que no se!!!”.

CONTINUARÁ...


(Ninguna sección de este material puede ser reproducida en forma electrónica, impreso o cualquier otro tipo de soporte existente incluyendo fotocopiado o grabación sin la expresa autorización del autor. La publicación que aparece en este volumen representa el punto de vista del autor al momento de su publicación. El autor se reserva el derecho a modificar o actualizar la información).


Parte 9

9 de julio de 2010 22:46 Publicado por Tania 2 comentarios
(Para Agus que me ayudo a ver las cosas de otra manera... y por que es mi lectora numero uno!!. Gracias corazón!)


Pasó una larga semana luego de todo lo ocurrido, Vanesa dedico sus momentos libres a estudiar para su ingreso de medicina, no vio más a Jorgelina por la simple razón de que nunca salía de su casa. Su rutina se basaba de la cama a trabajar, del trabajo a su casa a estudiar, y así durante toda la semana, realmente se estaba esforzando mucho para entrar a la facultad.

Tampoco tuvo noticias de Ignacio, ni de su madre, sólo sabia que ella regresaría a casa dentro de dos semanas.

Por fin llego su día de descanso, domingo; ese día no trabajaba por lo que también se dedicaba a descansar del estudio, limpiaba la casa, acomodaba, salía a hacer compras de la semana para poder comer, dedicaba un tiempo a su aseo personal, eso para ella era un día de relax lejos del estrés.

A la tarde casi noche, cuando el horizonte se ve naranja, Vanesa no tenía más nada para hacer, hizo una lista mental de lo que podría hacer para entretenerse; acostada en su cama empezó a repasarla…

“Podría leer ese libro que nunca termine de leer, aunque… mejor no, estoy cansada de leer. Mejor veo tv… mmm los domingos no hay nada para ver. Y si llamo a mis amigas?... ya es demasiado tarde…”

De repente se pierde en el pensamiento…

“La extraño… por que la extraño?. Realmente quiero volver a verla, me gustaría besarla una vez más. Y si la llamo?... no! mejor no, puede que confunda las cosas… no la puedo sacar de mi cabeza Dios! pienso en ella y en sus perfectos labios cada segundo del día. Pensé que iba a ser fácil olvidarla.”

TOC TOC!!!.

Tocan la puerta.

“Quien será a esta hora?” Pensaba, mientras se dirigía a la puerta.

Miró a través de la mirilla, y se sorprendió al ver quien era. Se apresuró con todas sus ansias a abrir, allí estaba ella, con su hermosa sonrisa. Vanesa no pudo contener el impulso, y se abalanzó sobre los brazos de Jorgelina, fue un abrazo medio tímido, y muy corto, realmente tenía miedo de que confundiera las cosas.

-Huy que sorpresa! no esperaba ese recibimiento- Dijo muy alegre Jorgelina.

Vanesa sumida en su timidez la invitó a pasar.

-Que haces acá?

-Nada, nena… hace una semana que nadie sabe de vos, quería saber si estabas viva.

-Bueno acá me ves… mirá que coincidencia, justo estaba pen-san-do en…

Se dio cuenta de lo que estaba por decir, empezó a bajar la voz, avergonzada, Jorgelina la miraba tratado de entender que es lo que quería decir.

-Emmm… Justo estaba pensando en alquilar alguna película, estaba muy aburrida, pero me daba fiaca salir sola.

-Bueno vamos, mañana no tengo facultad, puedo quedarme a acompañarte… - hubo un silencio incomodo –si querés…- y miró fijo a Vanesa.

-Si dale!.

Salieron juntas al centro, durante el camino no tocaron el tema de lo que había sucedido aquella vez, fueron recordando viejas anécdotas, contándose cosas de su pasado, reían juntas, las miradas no podían ocultar la atracción que se tenían, a veces sus manos rosaban, y enseguida se intimidaban.

Al llegar al video club descubrieron que tenían los mismos gustos, llevaron dos películas, una comedia romántica y una de terror. Pasaron por el mini mercado, allí llevaron todo lo necesario para preparar panchos, Vanesa tubo el detalle de comprar capuchino y maíz para hacer pochoclo.

No dejaban de reír y divertirse juntas, tenían muchas cosas en común, sentían como si se conocieran de toda una vida.

Al llegar a la casa de Vanesa ya no tenían de que hablar, ya el clima entre ellas se mostraba medio tenso. Jorgelina sentada arriba de la mesa recorriendo el comedor con la mirada, y Vanesa que iba y venia del comedor a la cocina, sin destino alguno, solo pensaba en que podía hacer.

-Preparamos los panchos y vemos la peli en el living? o comemos y después la vemos?

-Mmm… te ayudo a cocinar, y nos sentamos como chanchas a ver las pelis, dale?

-Excelente opción- contestó Vanesa.

Ya todo preparado sobre la mesa ratona del living, Vanesa prendió el televisor y colocó la película.

Vanesa no pudo concentrarse en la película, traspiraba como caballo, estaba sentada en la puntita del sofá, muy derecha y dura, mientras que Jorgelina, a su lado, estaba muy cómoda con los pies sobre la mesa ratona, y mientras comía se reía a carcajadas por las escenas de la película.

-Uuuuu… nena estas tensa… tranquila que no muerdo, vení ponte cómoda- le dijo Jorgelina palmeando el sillón.

Vanesa estaba roja de la vergüenza, se acomodó al lado de Jorgelina, el sofá no era lo suficientemente grande, por lo que estaban demasiado juntas una de la otra.


CONTINUARÁ...


(Ninguna sección de este material puede ser reproducida en forma electrónica, impreso o cualquier otro tipo de soporte existente incluyendo fotocopiado o grabación sin la expresa autorización del autor. La publicación que aparece en este volumen representa el punto de vista del autor al momento de su publicación. El autor se reserva el derecho a modificar o actualizar la información).